Mi primer Jabón Artesanal

Este fué mi primer jabón, (Si, el del curso de jabones)
Bueno mi primer jabón, obviamente es el jabón del cursos de jabones.

Pero de lo que quiero hablar mas específicamente del primer jabón con nombre y fórmula propia.

El que me hizo remodelar mi apartamento para convertirlo en un taller de elaboración de jabones tiempo completo.


El Jabón Gallego 

Como ya mencioné en mi post inicial, hice este jabón pensando en la maltratada piel de aquellos que se estaban lavando con jabón de lavar ropa, recuerdo que los primeros 50 jabones los hice en proceso en frío.


Pero requería producir en mayores cantidades y acelerar el proceso debido a que el precio de los insumos se elevaba con el pasar de los días.

 Al principio me costó cocinar mi primer jabón recuerdo que metí los moldes con el jabón directo al horno, y aquello fue un desastre total.

El aceite se separó del jabón y se empezó a escurrir por las uniones del molde, aquello era aceite por todos lados, como 2 días limpiando...

Luego que logré resolver el tema del cocinado del jabón, los jabones no quedaban bien del todo a veces quedaban mas como un pan que como un jabón.

En ocasiones se cortaba con facilidad, hasta que me leí un libro que me enseño a entender el proceso un poco mejor y encontré la temperatura ideal para hacer la saponificación.

Gracias a Dios que mi madre no estaba presente para ver lo que hicimos con sus muebles de madera, 
El constante trabajo me enseño un poco a los golpes la importancia de estar bien equipado. Luego de quemarme los pies, aprendí que es mejor pasar una incomodidad que arriesgar tu salud. 

Ya que por muy incómodo que sea usar protección es preferible perder la comodidad, a perder un ojo o la vida por un pequeño accidente de trabajo.
Fue mas fácil hacer un diseño, buscarle el nombre, y comercializarlo, que encontrar la forma perfecta de elaborarlo. 
Como todo en la vida cada proyecto es toda una aventura. Lo mas interesante es el aprendizaje que te deja, gracias a que se vendió, el negocio fue rentable y gracias a ellos pude empezar a elaborar otros tipos de jabón, que ya les hablaré mas a delante.

De los creadores del Jabón Gallego, ahora Jabón Celta

 Texto aquí.

Así fue como empecé en el mundo del Jabón Artesanal

Desde hacía algún tiempo que deseaba hacer un blog dedicado a mi nuevo pasatiempo.
La verdad es que hacer jabones es algo en lo que nunca había pensado, de niño mi madre nos contaba como durante la Segunda Guerra Mundial y luego la Guerra Civil Española mi abuela recogía la grasa de los mataderos de cerdos y con la ceniza de la leña hacía jabones que luego intercambiaba por comida u otros productos en el pueblo.

Lo que nunca pensé es que hubiese tenido que recurrir a esto para sobrevivir en algún momento de mi vida. Debido a la situación que se vive en Venezuela, en el 2015 mi empresa dejo de ser un negocio rentable y tuvimos que dedicarnos a otras cosas entre ellas a hacer jabones, pero no fue hasta enero del 2016 cuando me di cuenta que debido a la escasez de productos de primera necesidad podía hacer de esto un buen negocio del cual podría vivir.

Gracias a mis conocimientos de marketing, pude identificar rápidamente cual sería el tipo de jabón que mejor se vendería y podría comercializar con mas facilidad. De esta manera y en honor a mi Abuela Carmen, fue que nació el Jabón Gallego.

Dado que para ese momento el único jabón que se conseguía en el mercado era el jabón azul de lavar ropa (un jabón con ph12 que maltrata la piel a personas que no son delicadas de la piel), pensé que sería buen idea crear un jabón que contrarrestara los efectos negativos de usar este producto para el aseo personal.

Luego de algunos experimentos logré hacer una fórmula, que me permitía ofrecer un jabón de calidad, elaborado con ingredientes naturales y propiedades humectantes y regenerativas, que suaviza la nutre la pies. Sin aditivos químicos, de color y aroma natural.


Al inicio fue un poco complicado venderlo, pero el escepticismo y desconfianza de las personas fue superado por la calidad inigualable del producto. Y así en pocos mese la sala de mi casa y la cocina eran una fábrica de jabones donde hacíamos, unos 1.500 a 2.000 jabones semanales.

Al inicio, los hacía con el proceso en frío, pero debido a que necesita hacer de esto un negocio rentable, tuve que aprender a elaborarlo en caliente.

Debo decir que casi nadie hace este procedimiento (en caliente), y es que entre muchos factores (principalmente estéticos) es muy laborioso y requiere bastante trabajo lograr un buen acabado y buenos resultados, fueron 2 semanas de buenas y malas experiencias, jabón cortado, moldes quemados, desastres en la cocina, traté de hornearlos, cocinarlos a baño de maría, etc.

Hasta que finalmente conseguí la forma de hacerlos una y otra vez logrando que quedaran siempre igual, luego logré perfeccionar los moldes y así poco a poco me fui familiariazando con este método que me permite tener jabones listos para usar en menos de 24 horas.

Claro es importante saber que no funciona con todas las fórmulas y todo tipo de jabones. Uno de mis Jabones favoritos es el Jabón de Trisquel, por ejemplo, requiere cocinarse 2 horas y 3 meses de Curado. Pero el resultado es excelente. Vale la pena el esfuerzo.

Y a la final creo que eso lo que lo hace interesante y a la vez emocionante, es como hacer una obra de arte, cuanto mas lo haces mejor queda y cuanto mas complejo y laborioso es mas emocionante.

Los invito a seguirme y suscribirse para que reciban mis actualizaciones, prometo al menos una vez al mes publicar algo nuevo.

Saludos totales!